El láser lipolítico es un láser de diodo a baja frecuencia que lo que hace es calentar la membrana del adipocito hasta romperla, mandando la grasa que destruye al sistema linfático. Lleva incorporado dos aceleradores del drenaje linfático que ayudan a activar nuestro sistema linfático para eliminar mejor la grasa tratada.

En zonas como el abdomen o los flancos los resultados se ven desde la primera sesión, en cartucheras, rodillas, glúteos… empezaremos a ver los resultados a partir de la tercera sesión.

Es un tratamiento, indoloro y nada agresivo, las placas se ponen en la zona a tratar sin que produzca ningún tipo de molestia, ni dolor, ni pinchazos, ni frío, ni calor…

Después de recibir el tratamiento podemos llegar a reducir hasta 4 centímetros en algunas zonas corporales, y hasta 1.5 centímetros en el abdomen.

El tipo de láser lipolítico que utilizamos es de la clase 3D frío, no invasivo y sin efectos secundarios. El láser es de aplicación directa, su haz de luz penetra en la piel hasta una profundidad de 9 mm, degradando la grasa localizada.

El cliente debe estar relajado ya que es un tratamiento que no duele, únicamente va a sentir algo de calor en las zonas durante el tratamiento. Las zonas que la especialista puede tratar son; glúteos, abdomen, catucheras, muslos, o papada, verdaderamente se aplica con muy buenos resultados en cualquier zona donde se tenga la grasa localizada.